Sin duda los aspavientos, las protestas y discusiones con el árbitro son lo mejor para ganar un partido. Por supuesto que a él le hacen 10 veces o 20 o 100 veces más faltas que al resto de delanteros de la segunda división. Si no fuese por esas faltas era pichichi.
El jugador que ayuda al equipo, hay que pagarle más y renovarlo por otros cuatro años.