Para mí, el problema es que no hay un bloque, hay más bien una orquesta un poco desafinada, en la que muchas de sus incorporaciones no han elevado el nivel que teníamos respecto al año pasado, ni los entrenadores han sabio encontrarles el encaje dentro de ese bloque.
Geraldes es el que mejor integrado está. Molinero en el banquillo, Peybernes, cortito con sifón. Noblejas inexistente. Cofie en la grada. Sousa gaseousa. Lod seguimos tratando de descubrirle, A Blackman, otro tanto. Alvaro Jimenez es un pollo sin cabeza. Djuka despertó en enero, Neftali en Córdoba.
De las incorporaciones de Mareo, Salvador parece ser el que ha tirado la puerta abajo. A os demás todavía les queda.
Ningún entrenador parece haber dado con un sistema para estos jugadores, más allá se la filosofía de jugar más atechado (Baraja) o más valiente (Jose Alberto).